Explicación del cuadro
Explicación del cuadro
EMOCIÓN Y SENTIMIENTO
Desde luego, es una obra con la que merece la pena meditar, apoyándose en su simbología.
Este cuadro forma parte de la obra pictórica del artista catalán, Joan Torras Viver. Este reconocido autor de arte sacro decoró edificios religiosos por toda España. En septiembre de 2021, fallecía a los 92 años de edad en su localidad natal de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona).
En varias ocasiones manifestó que su obra “nace de la emoción y el sentimiento”. En los mismos términos se expresó cuando pintaba a nuestros Beatos Mártires MSC de Canet de Mar. Esa emoción, según confesó, le llevaba a rezar a los beatos mientras pintaba. Eran una fuente de inspiración para su trabajo y a ellos encomendaba cada pincelada.
QUIÉN ES QUIÉN
En esta pintura, se representa a los siete Beatos Mártires como un grupo, una característica destacada en el proceso de la causa de martirio y beatificación. Fueron un grupo por ser MSC, pero también porque estuvieron unidos, tuvieron conciencia de comunidad. Juntos rezaban el rosario. Así lo atestiguó una niña que los vio unidos en la oración momentos antes de partir al lugar del martirio.
Vestidos con estola, están representados los PP. Josep Oriol Isern Massó (3), Antonio Arribas Hortigüela (4), Abundio Martín Rodríguez (5) y P. José Vergara Echevarría (7). Sin estola aparecen el Hno. Jesús Moreno Ruiz (1), el Hno. Gumersindo Gómez Rodríguez (2) y el Hno. José del Amo del Amo (6).
Arropándoles aparece la figura de Cristo (j), como expresión del Sagrado Corazón de Jesús, ese corazón de Dios que el P. Julio Chevalier nos enseñó a reconocer como “el corazón de Jesús, que nos ama con corazón humano”. Como recuerdo del camino martirial, al fondo del cuadro, en último término, se encuentran la ‘Pequeña obra’ de Canet de Mar (i), desde donde partieron, y la cruz que marca el lugar donde se produjo el cruel asesinato, en los bosques de Serinyà (Girona).
QUÉ ES QUÉ
Cada uno de los Beatos Mártires porta un objeto que representa un aspecto relacionado con el martirio. Destaca, en el centro, el gesto de la mano bendiciendo (d) del P. Antonio Arribas. Según los mismos asesinos, cuando contaban lo sucedido, reconocían haber matado a unos curas porque uno de ellos no paraba de decir ‘expresiones de cura’. Un gesto de bendición o absolución, al fin y al cabo, de perdón, actitud reconocida en la causa de su martirio. Se piensa que fue el P. Arribas, posiblemente, el de una convicción religiosa y compromiso más fuerte. Otro testigo de la ejecución cuenta que uno de ellos portaba una cruz (e), en este cuadro, es el P. Abundio Martín el que la lleva.
El resto de objetos son simbólicos. El cirio (a) que porta el Hno. Jesús Moreno representa la Luz de la fe. Junto a él, el Hno. Gumersindo Gómez sostiene en sus manos una imagen de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (b), a quien seguro se dirigieron en sus oraciones. Símbolo de esos rezos es el rosario (g) del P. José Vergara y las Sagradas Escrituras (c) que muestra el P. Josep Oriol.
Restan dos símbolos martiriales. La palma (f) que porta el Hno. José del Amo y las ramas de laurel (h) que brotan a los pies de los siete MSC y que simbolizan el triunfo de los mártires.